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Grupo de Estudios Ambientales
13er aniversario de la última erupción del Cordón Caulle: características, impactos y aprendizajes
Se cumplen 13 años de aquel 4 de junio cuando, en una tarde de sábado, el Complejo Volcánico Puyehue-Cordón Caulle hizo erupción, generando una columna eruptiva de 12 km de altura que inyectó toneladas de ceniza en la atmósfera y produjo que el cielo de la región se oscureciera. Así lo recuerdan la mayoría de los habitantes de la zona.
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La erupción se extendió hasta marzo del año siguiente y la ceniza emitida alcanzó unos 520.000 km2 en el continente. Aproximadamente 1500 km2 fueron cubiertos por 10 cm de tefra1 o más y unos 170 km2 quedaron bajo al menos 30 cm de este material volcánico. Una de las localidades argentinas más afectadas fue Villa La Angostura que, por su cercanía al centro de emisión, registró espesores de entre 16 y 24 cm de ceniza y lapilli.
A raíz de ello se produjeron numerosos impactos sobre las comunidades urbanas y rurales de nuestra región, incluyendo:
- daños a viviendas e infraestructura por sobrepeso en techos y otras estructuras;
- afectación de la provisión de agua potable y plantas de depuración de líquidos cloacales;
- cortes en el suministro de energía eléctrica;
- interrupción del tránsito terrestre por falta de visibilidad y malas condiciones de caminos;
- inconvenientes en la navegación lacustre por presencia de pómez en flotación;
- cancelación de vuelos y cierre de aeropuertos;
- caída de la actividad turística;
- afectación de la actividad agrícola-ganadera por cobertura de pasturas, mortandad y debilitamiento del ganado;
- complicaciones en la salud de las personas por irritación ocular y de las vías respiratorias;
- pérdidas económicas diversas, incluyendo impactos directos sobre las actividades económicas, elevados costos de limpieza y disposición final de cenizas en rutas y centros urbanos, daños mecánicos en vehículos y maquinarias, acondicionamiento de motores y equipos, etc.
Miembros del Grupo de Estudios Ambientales del IPATEC (CONICET-UNCo) dieron apoyo a autoridades de la región y participaron integrando el comité científico de varios Centros de Operaciones de Emergencia. Miembros del Grupo de Estudios Ambientales del IPATEC (CONICET-UNCo) dieron apoyo a autoridades de la región y participaron integrando el comité científico de varios Centros de Operaciones de Emergencia. Hoy continúan investigando y asesorando a los organismos de gestión del riesgo en relación a estos impactos y otros peligros derivados de la caída de ceniza volcánica en Patagonia Norte. Estos últimos corresponden principalmente a fenómenos de disturbio volcano-hidrológicos que derivan de la acumulación de importantes cantidades de estos materiales volcánicos en las cuencas hídricas.
La rápida removilización en estos ambientes, potenciada por lluvias copiosas y el derretimiento de nieve, puede dar lugar a flujos densos y eventos de desbordes capaces de provocar la destrucción de infraestructura vial y distintos escenarios de inundación. Como resultado de estos últimos se puede registrar la mortandad de árboles en áreas naturales e importantes daños estructurales en áreas pobladas.
A su vez, allí donde ríos y arroyos desembocan en los lagos patagónicos (deltas), y en sectores costeros expuestos a la acción de vientos y olas, se concentran grandes volúmenes de ceniza susceptibles de ser movilizados hacia el interior de los cuerpos lacustres, principalmente durante eventos sísmicos. Estos deslizamientos subacuáticos, al desplazar masas de agua, son capaces de generar grandes olas que inciden sobre zonas costeras (tsunamis lacustres). A su vez, cuando estos movimientos en masa se inician en las pendientes del veril, pueden afectar sectores de balneario e incluso provocar el colapso de porciones de playa.
Esta última erupción se suma a una serie de eventos importantes en la historia eruptiva del volcán, incluyendo las erupciones de 1921-22 y 1960.
Al día de hoy, el sistema científico-tecnológico ha ampliado sus capacidades en torno a estas problemáticas, incorporando el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica, que se ocupa del monitoreo de volcanes en nuestro territorio y del seguimiento de otros situados en territorio chileno. Paralelamente, desde el ámbito científico, el Grupo de Estudios Ambientales ha desarrollado líneas temáticas que permitieron comprender mejor el fenómeno volcánico y los procesos derivados, así como el estudio de los impactos generados sobre el ambiente y las poblaciones de la región patagónica.
Actualmente, a partir de un comunicado emitido a finales de abril por las autoridades del Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) y el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), el Cordón Caulle se encuentra bajo Alerta Técnica Amarilla.
1Tefra: material no consolidado, producido por fragmentación del magma durante erupciones volcánicas explosivas. Las partículas que lo componen pueden ser desde cenizas muy finas a fragmentos con diámetros de hasta 6,4 cm.
Grupo de Estudios Ambientales (GEA)
Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC)
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