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CIENCIAS DE LA TIERRA
Tsunamis lacustres en la Patagonia
Científicos del IPATEC del Grupo GEA explican los alcances del evento que sacudió a Bariloche en 1960.
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El 22 de mayo de 1960 una ola de dos metros rompió la calma del paisaje de montañas de Bariloche. En el mismo momento, desapareció el muelle apostado frente al Centro Cívico. Se hundieron varios barcos y perdieron la vida dos personas. Los científicos del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) del IPATEC (CONICET-UNCo) que lleva varios años de trayectoria en la investigación geoambiental aplicada, gestión territorial y de riesgos naturales, reconoce el fenómeno como el primer y único “tsunami lacustre” registrado en un lago continental de Argentina.
De ese fenómeno histórico ocurrido en la Patagonia Norte, el Grupo GEA realizó estudios geofísicos, sedimentológicos y tefrocronológicos y determinó que el tsunami se había originado por el impacto de las ondas sísmicas, que provocaron que los sedimentos del fondo del lago ubicados a más de ochenta metros de profundidad se deslicen pendiente abajo. También sugirieron con respecto a la desaparición del muelle, que la remoción de los sedimentos en los que se asentaba el mismo, lo arrastraron pendiente abajo, así como a las embarcaciones amarradas a él. Estos sedimentos probablemente habían sido debilitados por el hincado de postes durante su reconstrucción, posterior al incendio que sufriera en el año 1958.
Para el investigador Gustavo Villarosa ¨los lagos funcionan como si fueran archivos de todo lo que pasa en la cuenca. Al analizar el fondo de los lagos se ven las cosas que fueron sucediendo en la historia¨ explicó. Por lo que es común que a partir de este hecho histórico nos preguntemos si se pueden generar tsunamis en nuestros lagos patagónicos. La respuesta es que aunque no existan fallas en la cubeta de un determinado lago, siempre que haya acumulaciones importantes de sedimentos potencialmente inestables (ya sea en un ambiente costero, en una ladera adyacente al lago o en el lecho lacustre) y una pendiente que favorezca el transporte de estos sedimentos hacia el interior de la cuenca lacustre, existirá la posibilidad de que se genere una ola extraordinaria .Si a ello se agrega un evento que desencadene el deslizamiento y/o incremente sus dimensiones por ejemplo un sismo, una tormenta, actividades antrópicas desestabilizadoras en las costas, la probabilidad de tsunami aumentará.
Para Villarosa y su equipo es fundamental enfocarse en la prevención, una de las líneas que desarrollan en el grupo apunta a una perspectiva de gestión de los riesgos naturales para informar y acompañar sobre las acciones que se deben tomar frente a un evento de esta naturaleza. Una vez clarificados los peligros y la zona en riesgo, la planificación en el uso del territorio es clave para disminuir la vulnerabilidad de las poblaciones expuestas.
Foto: Fuente Grupo GEA.
Por María Fernanda Domínguez
Los Documentos para todo público elaborado por Integrantes de GEA pueden descargarse aquí:
- Tsunamis lacustres en la Patagonia, elaborado por Débora Beigt, Gustavo Villarosa, y Valeria Outes puede descargarse aquí
- Una historia de terremotos, erupciones y tsunamis en el Lago Nahuel Huapi, elaborado por Gustavo Villarosa, Pablo Agustín Salgado, Débora Beigt y Valeria Outes puede descargarse aquí