Convenio entre el CONICET y la destilería La Alazana.


La presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ana Franchi y el titular de la destilería La Alazana, Néstor Raúl Serenelli, celebraron la firma de un convenio exclusivo para la producción y desarrollo comercial de nuevos productos que utilicen una levadura, originaria del bosque Municipal Llao-llao, de San Carlos de Bariloche, la cual fue aislada y caracterizada por investigadores del CONICET. El convenio celebrado autoriza la fabricación, importación y exportación de whisky autóctonos propiciando un caso de éxito para la vinculación científico tecnológica.

Esta vinculación es fruto de un largo trabajo iniciado el año 1996 por las investigadoras Silvia Brizzio, Alejandra Ruffini y María Rosa Giraudo pertenecientes al Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera En la actualidad, el Dr. Diego Libkind desarrolla actividades de investigación y desarrollo que tienen como fin mejorar las características organolépticas de bebidas y alimentos por medio del empleo de levaduras autóctonas. Dichas actividades son realizadas en el IPATEC.

Durante el convenio, Franchi expresó: “Firmamos un convenio para la utilización de cepas locales para hacer un whisky específico del lugar que no hay en otros lugares del mundo. Nuevamente la vinculación con una empresa traerá trabajo e ingresos a la ciudad, al municipio, a la provincia y a la empresa”.

“Es importante tener en cuenta que la levadura viene del ambiente natural, del bosque, y que ha estado congelada desde hace mucho tiempo, y que a través de éstos desarrollos e investigaciones que llevamos adelante con colegas del IPATEC se puede ir a una fábrica y permitirles a esta destilería generar whiskies diferentes, con aromas y sabores particulares, dándole a ese producto una identidad regional, porque ya es un producto que contiene cebada y malteada de origen patagónico y al sumarle la levadura se combina con ingredientes únicos en el mundo y eso es un valor agregado importante” afirma Libkind.

Cabe destacar que el acuerdo de licencia celebrado cumple con el Protocolo de Nagoya para el acceso a recursos genéticos y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de su utilización. Asimismo, la cepa empleada forma parte del dominio originario de Rio Negro y cuenta con los permisos otorgados por esta provincia para la elaboración de nuevos productos nuevos y su explotación comercial.